28 noviembre 2011

Alma en suplicio, 1945


Basada en la novela homónima de James M. Cain (El cartero siempre llama dos veces, Perdición). La película tiene los rasgos propios del cine negro: la atmósfera densa, ambigüedad entre el bien y el mal, personajes que caminan hacia el desastre, la utilización del flash back, la voz en off. Dos mujeres obsesivas, madre e hija, que tejen el drama y la tragedia desde la infancia de Veda, la hija mayor. Una excelente película, con un inicio sorprendente al más puro estilo del cine negro.

Argumento:

Mildred Pierce (Joan Crawford), casada y madre de dos hijas, decide poner fin a su matrimonio harta de tener un marido perezoso y sin expectativas que considera un lastre para la vida que quiere dar a sus hijas, sobre todo a Veda, la mayor. Para salir adelante tiene que aceptar un trabajo de camarera, algo que la humilla y avergüenza frente a Veda (Ann Blyth), por lo que se esfuerza en que su hija no lo sepa. Veda es consentida y egoísta y crece sin apreciar en nada los esfuerzos de su madre.

TÍTULO ORIGINAL: Mildred Pierce
AÑO: 1945
DURACIÓN: 109 min.
GÉNERO: Cine negro, Drama
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Michael Curtiz
GUIÓN: Ranald MacDougall y Catherine Turney, sobre la novela homónima de James M. Cain.
REPARTO: Joan Crawford, Jack Carson, Ann Blyth, Zachary Scott, Eve Arden, Bruce Bennett, Veda Ann Borg, George Tobias.


Mildred Pierce es el retrato de una madre coraje, obsesiva y excesivamente sobreprotectora, que arruina el carácter de su hija a fuerza de quererla. El fracaso por exceso, en la educación de los hijos, tema que no tiene época y podría extrapolarse a cualquier momento de la Historia en el que aparezcan una madre y una hija.


Mi escena favorita: Cuando la hija se descubre ante su madre y le cuenta quién es en realidad. Vemos cómo destruye al personaje de Mildred y su madre la besa en un gesto de aceptación total. Una declaración silenciosa en el que la madre confiesa que la amará a pesar de todo.

Este papel le sirvió a Joan Crawford para ganar su único Oscar. 

21 noviembre 2011

Un corazón en peligro, 1944

“Recuerdo que un amigo de mi madre decía: Voy andando y en la distancia veo lo que parece un animal. Me acerco y veo que es un hombre. Me acerco más y veo que es mi hermano.”

Un corazón en peligro, está ambientada en el Londres previo a la II Guerra Mundial. Su atmósfera es espesa como la niebla que lo invade todo y sus personajes parecen a punto de quebrarse ante nuestros ojos. Pero lo mejor del guión es el mensaje, que trasciende el momento y la época, para venir a caer a nuestros pies, como si lo hubiesen lanzado desde la esquina más próxima a la calle por la que caminamos.

La cinta se inicia con Cary Grant y Barry Fitzgerald en una Iglesia frente a la tumba al soldado desconocido. Una voz en off nos advierte que Ernie Mott está frente a esa tumba, perteneciente a un soldado anónimo de la I Gran Guerra, sin saber que él mismo tendrá una igual de la II Guerra Mundial.
-“Soy un lobo solitario que aulla asqueado por un mundo que yo no he creado y que no me gusta”.  

TÍTULO ORIGINAL: None But the Lonely Heart
AÑO: 1944
DURACIÓN: 113 min.
GÉNERO: Drama
PAÍS: Estados Unidos
DIRECCIÓN: Clifford Odets (según la novela de Richard Llewellyn)
GUIÓN: Clifford Odets
REPARTO:Ethel Barrymore, Cary Grant, George Coulouris, Jane Wyatt, June Duprez, Barry Fitzgerald

Argumento:

Ernie Mott es un londinense de clase baja que va por la vida sin querer atarse a nada ni a nadie, con una filosofía de vida basada en el “vive y deja vivir”.
–“A la vaca que se queda quieta, la ordeñan”


La historia empieza con el regreso de Ernie a casa de su madre (Ethel Barrymore) viuda, de la que se marchó tres meses antes. Odia el negocio familiar, una tienda de empeño dónde los pobres del barrio cambian sus insignificantes pertenencias por unas monedas.
–“No conseguirás que me quede a llevar la tienda. Si me cortasen las piernas y me trajesen aquí saldría arrastrándome hasta la calle. No es lo mío sacar peniques a pobres diablos más míseros que yo.”

Después de un par de días en casa anuncia que vuelve a marcharse. Contra la voluntad de la anciana, un buen amigo (Konstantin Shayne) advierte a Ernie de que su madre está gravemente enferma y él decide quedarse a ayudarla. Un mafioso, una mujer y los demás habitantes del barrio, entrelazan una trama intensa y con difícil resolución. 


Mi escena favorita: cuando Ernie va con los matones de Jim Mordinoy a la tienda del amigo de su madre (Konstantin Shayne).

Una película profunda y descarnada con una música de fondo basada en la obra de Tchaicovski “None But the Lonely Heart” que os dejo en la interpretación de David Garret.

–Estoy soñando abuelo, soñando con un hombre mejor, difícil meta, la más ambiciosa que hay. ¿Cuándo encontrará el mundo la luz? ¿Cuándo dejará el hombre de estar de rodillas?


14 noviembre 2011

Luna nueva, 1940

Es una película intensa y trepidante, con un guión extraordinario basado en una obra teatral de Ben Hecht y Charles McArthur “The front page”. Los teléfonos sonando y los reporteros hablando a la vez contando la misma historia de modo completamente distinto. Todos los personajes se mueven constantemente frente a la cámara, entran y salen en una incansable búsqueda de la noticia. Una sátira periodística, enloquecida y cínica con diálogos brillantes. La corrupción política expuesta de un modo descarnado y sin ambages, el poder de la prensa y su prepotencia en algunos momentos, adornada por unas estrellas, Cary Grant y Rosalind Rusell, que se entregan por completo a sus personajes.


Argumento

“Todo esto ocurrió en la época oscura del periodismo, cuando un reportero a la caza de una noticia era capaz hasta de justificar un asesinato. Naturalmente, lo que se ve en esta película no tiene ninguna relación con los periodistas de hoy.
Bien, érase una vez…”

Con esta voz en off se inicia la secuencia que da paso a la aparición de Hildy Johnson (Rosalind Russell), que llega a la redacción del Morning Post, dispuesta a darle un último y definitivo puntapié a su exmarido y exjefe, Walter Burns (Cary Grant). Va acompañada de su prometido con el que contraerá segundas nupcias, al día siguiente. Les espera un tren a Albany, en el que viajarán junto a la madre del novio, mientras en la redacción de todos los periódicos de la ciudad esperan la decisión del Gobernador sobre la pena de muerte de un pobre hombre que no saben aún si está loco o cuerdo.
TÍTULO ORIGINAL: His Girl Friday
AÑO: 1940
DURACIÓN: 92 min.
GÉNERO: Comedia
PAÍS: Estados Unidos
DIRECCIÓN: Howard Hawks
GUIÓN: Charles Lederer
REPARTO: Cary Grant, Rosalind Russell, Ralph Bellamy, Gene Lockhart, Porter Hall, Helen Mack, Roscoe Karns.

En la obra de teatro los dos protagonistas son hombres, pero Howard Hawks quiso trasformar a Hildy en una mujer, fuerte y segura, que tiene a su alter ego en el misógino, egocéntrico y sin escrúpulos Walter Burns, personaje con el que él mismo hubiese podido sentirse identificado.

Mi escena favorita: Cuando la supuesta novia del asesino se lanza por la ventana frente a la mirada pávida de todos los periodistas. Creo que refleja perfectamente el espíritu de la película, la escena en sí y la posterior reacción de los personajes. Aunque una de las más divertidas, sin duda, es esta.


07 noviembre 2011

Rebecca, 1940



Si tuviera que elegir una película entre la larga lista que guardan los libros de filmografía, seguramente me quedaría con esta de Hitchcock. No porque sea la mejor película del cine, sino porque tiene algo que la define como la película más cinematográfica de la historia: su atmósfera, mágica y en blanco y negro, que sugiere que hay vida detrás de la pantalla. Una historia lúgubre repleta de palabras no dichas, de imágenes ocultas. Esa habitación intacta mostrada por la que idolatra al ángel caído...

Argumento

En Montecarlo, una joven e inocente dama de compañía (Joan Fontaine), conoce a Maximilian de Winter (Laurence Olivier), aristócrata inglés que se recupera de la muerte de su esposa, Rebecca, en extrañas circunstancias. La joven se enamora casi inmediatamente del aristócrata y, de manera inesperada, el señor De Winter le propone matrimonio. Los recién casados se van a vivir a Maderley, en Cornualles, Inglaterra, donde la sombra de la anterior señora de Winter, sigue presente en cada rincón y en el recuerdo de todos los que la conocieron.


AÑO: 1940
DURACIÓN: 130 min
GÉNERO: Drama y Suspense
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Alfred Hitchcock         
GUIÓN: Robert E. Sherwood y Joan Harrison, sobre la novela homónima de Daphne du Maurier
REPARTO: Laurence Olivier, Joan Fontaine, George Sanders, Judith Anderson
Una producción de Selznick International Pictures
Oscar a la mejor película, 1940

Muchas veces me he preguntado por qué Daphne du Maurier no puso nombre a la segunda señora De Winter. Supongo que pretendía poner énfasis en el nombre de la primera, Rebecca. Y su nombre está presente por todas partes en aquella casa, en los pañuelos, las servilletas, el papel de carta y los sobres. En las sábanas de su cama... 

Lo más inquietante de esta historia es el protagonismo que otorga Hitchcock a un personaje ausente durante toda la cinta. La sombra de Rebecca se pasea por Mandeley ante la temerosa y acobardada señora De Winter. Dirige las vidas de todos desde el más allá con una sutil y diabólica indiferencia.


Mi escena favorita: La joven señora De Winter entra a escondidas en la habitación de Rebecca. Al fondo de la imagen la cortina trasparente tras la que se esconde la cama, de fondo la música del fantasma de la muerta. El miedo a tocar nada, a ser reprendida por su osadía, la sensación de ser vigilada. Un golpe de la ventana y la imagen recortada de la Señora Danvers tras la cortina trasparente.

“Anoche soñé que volvía a Manderley...”